Psyck-K
Psych-k utiliza la kinesiología para poder comunicarse con el subconsciente, y mediante los balances se detectan los bloqueos y se reprograman las nuevas creencias y percepciones.
Se trata de un método sencillo, respetuoso con la persona y fácil para reescribir el software de la mente y cambiar el resultado en la vida.
Con Psych-k las afirmaciones positivas pueden convertirse en nuestro nuevo faro que nos guíe hacia el objetivo que deseamos.
También es muy útil para trabajar la aceptación real, sin oposición, tal y como Jung indicó: “a lo que te resistes, persiste; lo que aceptas, te transforma”.
Qué nos permite lograr Psych-K:
- eliminar miedos y fobias
- mejorar las relaciones personales, laborales, familiares
- mejorar o recuperar la confianza, la autoestima
- instaurar nuevos hábitos saludables: dejar de fumar, comer bien, disciplina para practicar ejercicio…
- lograr objetivos profesionales, creativos, personales
- resolver bloqueos que nos impiden los logros
- reemplazar creencias en relación a la prosperidad, la salud, la visión del mundo…

Psych-k es una herramienta para cambiar creencias y percepciones (“no puedo lograrlo”, “no se puede confiar en los demás”,“todo me sale mal”) “ que nos condicionan sin ser conscientes. Con Psych-k trabajamos a nivel del subconsciente, que es el que dirige el 95% de nuestras decisiones, por creencias que nos ayuden a lograr nuestros objetivos (“soy capaz”, “confío en los demás”, “mis proyectos salen bien”..)
Cómo se desarrolla en la sesión / como funciona:
- evaluar la experiencia actual: ¿cómo son las cosas en este momento?
- definir la experiencia deseada: ¿cómo quiero que sean?
- integrar la nueva creencia mediante el balance kinesiológico
Ejemplos de creencias limitantes:
- “todo cuesta mucho esfuerzo”
- “no puedo dejar de fumar”
- “no gano suficiente”
- “lo bueno, dura poco”
- “en esta vida se viene a sufrir”
- “ya no tengo edad para aprender/cambiar”
- “me siento inseguro”
- “siento miedo de los cambios”
- “no puedo perdonar a tal persona”
- “siento envidia de tal…”
- “Nunca podré…”